De los edificios civiles de la época barroca solo queda la Casa Perona y la fachada de la casa de los Picos, incrustada en un lateral de la Posada del Rosario. Es uno de los edificios más antiguos y emblemáticos de Albacete. Está situada en la calle Feria, una vía histórica de gran importancia en siglos pasados. Esta calle ya existía y tenía ese nombre incluso antes de construirse el actual Recinto Ferial.
La Casa Perona es un elegante palacete del siglo XVIII. Llama la atención por el color salmón de su fachada y por sus grandes ventanales con rejas de hierro. En la parte superior destaca una gran cúpula, de inspiración levantina, decorada con tejas de colores azul y blanco.
El edificio tiene dos plantas, aunque en sus orígenes contaba también con sótanos y cámaras superiores. La fachada es sencilla, pero elegante. En ella se pueden ver varios escudos heráldicos, uno a cada lado, sobre pedestales de piedra.
A lo largo de su historia, la Casa Perona ha tenido muchos usos y propietarios. Fue sede del Defensor del Pueblo en Castilla-La Mancha y hoy alberga la Delegación de la Junta de Comunidades. También es sala de exposiciones.
Este palacete, testigo del paso del tiempo, representa una parte esencial del patrimonio urbano de Albacete. Caminar por la calle Feria y detenerse ante la Casa Perona es viajar al pasado… y sentir el alma de la ciudad.
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