Los encierros
De gran arraigo son las celebraciones taurinas, destacando una gran cantidad de corridas a lo largo del año, especialmente las celebradas durante la Feria de la capital en septiembre. Pero es en la Sierra de Albacete donde los encierros adquieren protagonismo, haciéndose imprescindibles en las fiestas patronales de casi todos los pueblos serranos.
Es un hecho de bastante interés y una tradición muy arraigada que se ha mantenido hasta nuestros días. Cada población tiene su manera peculiar de vivir los encierros, que empiezan a gestarse, cada año, mucho antes de las celebraciones patronales. Es tradición acompañar a los novillos a través de los campos y las huertas desde el "apartao" hasta llegar al punto donde se inicia propiamente el encierro. Los mozos, venidos de toda la sierra, ponen a prueba su valor delante de los novillos hasta la plaza.
De entre todos los que se celebran destacan los de Elche de la Sierra, conocido también con el sobrenombre de "cuna de los encierros", y de Ayna tanto por la gran participación popular como por la entidad de las reses que se corren. Mención aparte merecen los encierros de Férez, en los que nunca se sabe donde van a aparecer los novillos, puesto que prácticamente todo el pueblo se convierte en posible recorrido. También merecen ser visitados los de encierros de Molinicos, Liétor, Bogarra o Letur; y en la sierra de Alcaraz, los encierros de Alcaraz, Alcadozo o Villaverde de Guadalimar.
